25 de septiembre de 2011

Jornadas de vida espiritual de los niños pequeños

Estimados hermanos:
Os enviamos algunas informaciones prácticas de cara a las próximas jornadas.
  1. Las jornadas comenzarán a las 16,00 horas del Viernes 30. Es importante que lleguéis pronto para poder hacer tranquilamente la inscripción de todos los participantes y repartir las habitaciones.
  2. Aquellos que se han escrito en régimen interno, además de la matrícula (20€) deberán pagar 20€ por el uso de los salones y una comida por día (sábado y domingo)
  3. Los que vengan a las jornadas con niños muy pequeños que necesiten cuna, aunque el hotel puede proveer algunas, sería óptimo que os las trajeséis vosotros.
  4. Los que tenéis dudas de si habéis sido inscritos, podéis mandar un mail a esta dirección (oratorionipe@gmail.com) y os lo confirmaremos cuanto antes.
Cualquier duda que tengáis sobre las jornadas o la inscripción podeis remitirla a este mail.
5.    Os mandamos un breve esquema de las jornadas. Aunque es provisional, os entregaremos un horario más detallado en el momento de la inscripción.
Viernes
16,00 Acogida. Formalización de Inscripción
17,00 Apertura de las Jornadas. Presentación Exhortación Apostólica “Verbum Domini”
Descanso
19,30 El Oratorio nace de la Palabra y crece con ella
20,30 Entronización de la Palabra
21,30 Cena. Descanso
Sábado
08,00 Laudes y Eucaristía (libre)
--,-- Desayuno
09,45 La Palabra educadora
10,45 La revelación del Misterio de Dios a los niños: Síntesis de las Palabras anunciadas en el Oratorio
11,45 Descanso
12,30 Comunicaciones y Experiencias (en salas diferentes, 3 momentos, 25 m. de duración):
· La Palabra y la “santidad” de los niños
· María, “Casa de la Palabra”, en el Oratorio
· Benedicto XVI: acercar los niños a Jesús Emmanuel, Palabra hecha Carne
· Calasanz, Cooperador de la Palabra, icono de Jesús
· Al paso de los niños: niños en la Escritura
· Nuevo itinerario de R. de Oración para Infantil 5
· Itinerarios de Reuniones de Oración de 1º-5º
· Experiencias
14,00 Comida y descanso
16,00 Reunión de Oración con niños
18,15 Descanso
18,45 Iconos bíblicos para confesar la experiencia del Oratorio
19,15 Una santidad para los tiempos de hoy: “como niños”
20,30 Cena y Descanso
22,00 Vigilia-Adoración de Jesús Eucaristía
Domingo, 2 de octubre
--,-- Desayuno
09,30 Laudes
10,30 La Palabra en la experiencia del Oratorio y en la vida de los niños
          Síntesis
11,45 Descanso
12,15 Eucaristía.
Despedida
14,00 Comida

Oratorio Niños Pequeños.

24 de septiembre de 2011

Domingo 25 de septiembre de 2011. XXVI TO A

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 25 de septiembre de 2011.

                 
                  Queridos hermanos:
Jesús, en el Evangelio de este domingo, recurre a una parábola que describe una realidad familiar: “Un hombre tenía dos hijos.” Esta situación, que hace referencia a una imagen de la vida cotidiana, nos habla de una relación de amor entre un grupo de personas. Dentro de la vida familiar se encuentran momentos muy variopintos: alegría, tristeza, compartir, perdón, solidaridad, etc.
Pero en esta parábola Jesús va muchos más lejos; nos está hablando de un grupo, una asamblea, que está llamada al arrepentimiento y a la conversión. Es aquí donde entra el Espíritu Santo, consolador buenísimo, que desvela lo que hay en lo profundo del hombre para darle estas gracias. Ya el Concilio de Trento habló del arrepentimiento, especificando que en éste, aunque la contrición sea imperfecta (“atrición”), es un don de Dios que “nace de la consideración de la fealdad del pecado o del temor de la condenación eterna y de las demás penas con que es amenazado el pecador”.
También S. Mateo nos habla de la figura de S. Juan Bautista, introduciendo así la idea de la predicación de los profetas. Ya en tiempos de Moisés, Elías, Isaías y los grandes profetas, ellos hablaron de parte de Dios al pueblo de Israel. Este pueblo, al escuchar sus palabras, una gran parte se rebeló, no quisieron obedecerles, antes bien prefirieron servir a las criaturas en lugar del Creador: “Por eso Dios los entregó a toda clase de maldades” (Rm 1).
¿Cómo, pues, la humanidad podía reconciliarse con Dios después de tanta rebeldía? El amor seduce, es lo único que llega hasta lo más profundo del hombre y perdura. Pues bien, este amor es Cristo que se da a nosotros con amor eterno y misericordioso hasta morir por nosotros en la cruz. Es en este acto sublime de amor donde descubrimos que Dios ya lo ha dado todo, no se ha reservado nada: se ha despojado de su dignidad, de sus vestiduras, ha derramado hasta su última gota de sangre, y, por último, nos ha dado de su mismo ser: el Espíritu Santo, que ha movido nuestros corazones para que vivamos como hijos suyos.
 Arturo , vuestro vicario

Lectura del santo evangelio según san Mateo        21, 28-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: - «¿Qué os parece?  Un hombre tenía dos hijos.  Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo.  Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?» Contestaron: «El primero. » Jesús les dijo: - «Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios.  Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»
Palabra del Señor.
*** *** ***
COMENTARIO.
El tercer hijo:
Nos encontramos en este evangelio con Jesús, que tras expulsar los mercaderes en el templo, se dirige a los Sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo y les propone una parábola de un padre con dos hijos: al uno se le invita a la viña y dice que no, pero después va; al otro se le invita a la viña y dice que va, pero luego no va.
Pero San Pablo nos presenta en la carta a los filipenses un tercer hijo: Jesús. Es el que le dice al Padre: «voy Padre, aquí estoy para hacer tu voluntad». Y va a la viña y se despoja de rango, se hace esclavo y uno de tantos, se rebaja hasta la muerte de cruz...
Por eso San Pablo nos invita a unirnos a Jesús, a tener sus mismos sentimientos, a ser uno con su voluntad, con su pensamiento con su persona, queriendo lo mismo y rechazando también lo mismo. (cf. Benedicto XVI. Deus Cáritas Est 17). De esta forma seremos como el tercer hijo y aparecerá en la comunidad cristiana una sola alma, un solo corazón, un solo amor y sentir, como en la comunidad de Filipos. No la envidia o la ostentación o la rivalidad, sino la humildad, donde el otro será superior, no el interés propio sino el de los demás.
Jesús, vuestro párroco

“El que de todo corazón se convierte a Dios tiene las puertas abiertas, y el Padre recibe con los brazos abiertos al hijo realmente arrepentido. [...] Ahora bien, la verdadera penitencia consiste en no recaer en las mismas faltas, arrancando de raíz los pecados por los que reconoce ser reo de muerte. Eliminados éstos, Dios volverá a morar nuevamente en ti. Y arrepentirse supone dolerse de las faltas cometidas, y pedir con insistencia al Padre que las eche definitivamente en olvido, él que es el único capaz de, en su misericordia, dar por no hecho lo hecho, y abolir con el rocío del Espíritu los delitos de la vida pasada.” (Clemente de Alejandría, Libro sobre la salvación de los ricos)
—————————————————————————–———--
La parábola de los dos hermanos (Lc 15,11-32), Pierre Grelot destaca como elemento esencia la figura del segundo hijo y opina que lo más acertado sería llamarla “parábola de los dos hermanos”. Esto se desprende ante todo de la situación que ha dado lugar a la parábola y que Lucas presenta del siguiente modo: “Se acercaban a Jesús los publicanos y pecadores a escucharle. Y los fariseos y los letrados murmuraban entre ellos: “Ese acoge a los pecadores y come con ellos”. Aquí encontramos dos grupos, dos “hermanos”: los publicanos y los pecadores; los fariseos y los letrados. Jesús les responde con tres parábolas: la de la oveja descarriada y las noventa y nueve que se quedan en casa; después de la dracma perdida; y; finalmente, comienza de nuevo y dice: “Un hombre tenía dos hijos”. […] En el Evangelio de Mateo aparece un texto sobre dos hermanos similar al de nuestra parábola; uno asegura querer cumplir la voluntad del padre, pero no lo hace; el segundo se niega a la petición del padre, pero luego se arrepiente y cumple su voluntad (Mt 21, 28-32). También aquí se trata de la relación entre pecadores y fariseos; también aquí el texto se convierte en una llamada a dar un nuevo sí al Dios que nos llama.” (Benedicto XVI, Jesús de Nazaret)
————————————————————–————-
Gran turbación e incluso "santa indignación " debían causar en quienes escuchaban, satisfechos de sí mismos, aquellas palabras de Cristo: " los publicanos y las prostitutas os precederán en el reino de Dios " (Mt 21, 31). Quien así hablaba y actuaba daba a entender que conocía a fondo " los misterios del Reino". También conocía " lo que en el hombre había " (Jn 2, 25), es decir, en su intimidad, en su "corazón ". Era además testigo del eterno designio de Dios sobre el hombre creado por El a su imagen y semejanza, como hombre y mujer. Era también plenamente consciente de las consecuencias del pecado, de aquel " misterio de iniquidad " que actúa en los corazones humanos como fruto amargo del ofuscamiento de la imagen divina.” (Juan Pablo II. Mulieris Dignitatem 12).

 544       El Reino pertenece a los pobres y a los pequeños, es decir a los que lo acogen con un corazón humilde. Jesús fue enviado para "anunciar la Buena Nueva a los pobres" (Lc 7, 22). Los declara bienaventurados porque de "ellos es el Reino de los cielos" (Mt 5, 3); a los pequeños es a quienes el Padre se ha dignado revelar las cosas que ha ocultado a los sabios y prudentes. Jesús, desde el pesebre hasta la cruz comparte la vida de los pobres; conoce el hambre, la sed y la privación. Aún más: se identifica con los pobres de todas clases y hace del amor activo hacia ellos la condición para entrar en su Reino (cf. Mt 25, 31-46).

545 Jesús invita a los pecadores al banquete del Reino: "No he venido a llamar a justos sino a pecadores" (Mc 2, 17). Les invita a la conversión, sin la cual no se puede entrar en el Reino, pero les muestra de palabra y con hechos la misericordia sin límites de su Padre hacia ellos (Lc 15, 11-32) y la inmensa "alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta" (Lc 15, 7). La prueba suprema de este amor será el sacrificio de su propia vida para remisión de los pecados.

546 Jesús llama a entrar en el Reino a través de las parábolas, rasgo típico de su enseñanza. Por medio de ellas invita al banquete del Reino, pero exige también una elección radical para alcanzar el Reino, es necesario darlo todo (cf. Mt 13, 44-45); las palabras no bastan, hacen falta obras (cf. Mt 21, 28-32). Las parábolas son como un espejo para el hombre: ¿acoge la palabra como un suelo duro o como una buena tierra (cf. Mt 13, 3-9)? ¿Qué hace con los talentos recibidos? Jesús y la presencia del Reino en este mundo están secretamente en el corazón de las parábolas. Es preciso entrar en el Reino, es decir, hacerse discípulo de Cristo para "conocer los Misterios del Reino de los cielos" (Mt 13, 11). Para los que están "fuera”, la enseñanza de las parábolas es algo enigmático.

549 Al liberar a algunos hombres de los males terrenos del hambre, de la injusticia, de la enfermedad y de la muerte, Jesús realizó unos signos mesiánicos; no obstante, no vino para abolir todos los males aquí abajo, sino a liberar a los hombres de la esclavitud más grave, la del pecado (cf. Jn 8, 34-36), que es el obstáculo en su vocación de hijos de Dios y causa de todas sus servidumbres humanas.
Los cuatro grupos sociales con los que Jesús se solidarizó: los pobres, los enfermos, los pecadores, las mujeres. ¿Qué tenían en común estos cuatro grupos? No era una cuestión sólo de pobreza material. Lo que tenían en común era SER PERSONAS MARGINADAS. Jesús muestra tal grado de solidaridad y compromiso con ellos, que no duda en quebrantar la “Ley sagrada” si es deshumanizadora, o incluso escandalizar a quien sea, con tal de llevar semejante solidaridad hasta sus últimas consecuencias… (enfrentamientos, rechazo, condena, muerte violenta en cruz). Lo que Jesús nos quiere transmitir con su manera de actuar, es la convicción de que no hay nada por encima del bien del ser humano: ni las leyes que hacen los hombres, ni las leyes pretendidamente divinas. Todo debe estar al servicio del bien del ser humano, y no al revés.” (Itinerario Formativo para las Cáritas Parroquiales, 1)

“Nosotros, en cambio, sabemos bien que hemos sido creados libres, a imagen de Dios, precisamente para que seamos protagonistas de la búsqueda de la verdad y del bien, responsables de nuestras acciones, y no meros ejecutores ciegos, colaboradores creativos en la tarea de cultivar y embellecer la obra de la creación. Dios quiere un interlocutor responsable, alguien que pueda dialogar con Él y amarle. Por Cristo lo podemos conseguir verdaderamente y, arraigados en Él, damos alas a nuestra libertad. ¿No es este un suelo firme para edificar la civilización del amor y de la vida, capaz de humanizar a todo hombre?”. (Fiesta de acogida de los jóvenes 18-8-2011)

1. Reuniones de los diversos grupos parroquiales para programar el curso:
·  El lunes 26 a las 20.30 h. se volverá a reunir el Consejo de Pastoral para revisar las diversas programaciones de los grupos.
2. El martes 27 de septiembre a las 20.30 h. en la Parroquia de Santa María de Oliva vendrá el Sr. Arzobispo a reunirse con los animadores del Itinerario Diocesano de Renovación de la Vicaría 8, así como con los sacerdotes de la misma.
3. Las obras de los locales parroquiales están ya muy avanzadas y el deseo es proceder a su bendición en las Fiestas en honor a San Francisco de Borja que sería el lunes 3 de octubre tras la Misa mayor. Se está organizando también una convivencia parroquial que este año sería en los locales parroquiales nuevos.
4. Del viernes 30 septiembre al domingo 2 octubre estarán las XI Jornadas sobre la Vida Espiritual de los niños pequeños en Cullera.
5. El programa de actos de las fiestas en honor a S. Francisco de Borja lo encontrarán en la salida de la iglesia.
6. Fechas para los inicios de curso de catequesis:
· 2º de comunión: 4 de octubre.
· 3º de comunión: 5 de octubre.
· Confirmación: 7 de octubre.
· 1º de comunión: 10 de octubre.
· Buen Pastor: 19 de octubre.
· Anatolé: 21 de octubre.

Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 16-9-2011: 49.283,66 €.
                                         + 150 €
Ingresados hasta el 23-9-2011: 49.433,66 €
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
BANCAJA  (Paseo Germanías 82)
2077-0249-55-1101860850

Del 26 al 2 de octubre de 2011
Lunes 26.  19.30 h.: En sufragio de por las benditas almas del purgatorio.  
Martes 27 S. Vicente Paul. 19.30 h.: En sufragio de: Rvdo. D. Rafael Calatayud y Matías Díez Martín.  
Miércoles 28. 19.30 h.: En sufragio de por las benditas almas del purgatorio.  
Jueves 29. Stos. Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.19.30 h.: En sufragio de Rosendo Roche. 
Viernes 30. S. Jerónimo. 19.30 h.: En sufragio de por las benditas almas del purgatorio. 
Sábado 1. XXVII TO 18.00 h.: Boda Joan Blay Carbó y Aroa Creix Blay. 19.30h.: En sufragio de Isabel Sánchez López.  
Domingo 2. XXVII T.O. 12.00 h. Pro Pópulo. 19h.: I Vísperas de San Francisco de Borja. 19.30h.: Solemne Eucaristía vespertina en honor a S. Francisco de Borja.


Benedicto XVI: valiente y claro


Benedicto XVI: valiente y claro

viernes, 23 de septiembre de 2011 | Hay 2 comentarios
El Papa, en su visita a Alemania, ha sido valiente. Todo lo que ha dicho no debería representar ninguna sorpresa para un católico medianamente informado del pensamiento de Benedicto XVI. Pero hay cosas que es bueno repetirlas, porque tenemos tendencia a dejarlas en los márgenes del olvido, o a no darles la importancia que tienen, o a pensar incluso que se puede ser un buen católico sosteniendo que “la cosa no fue para tanto” o que “eso del ecumenismo o del diálogo interreligioso es opcional”. Con estas expresiones el lector adivina cuáles son las tres cosas que quiero destacar de este viaje papal: su discurso ante los rabinos judíos, el encuentro con los musulmanes y su visita al convento del fraile agustino Martín Lutero.

El mismo día en que el presidente de Irán volvió a poner en duda el holocausto ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Papa habló claramente de la idolatría pagana que supuso el nazismo, muestra de lo que es capaz el hombre cuando rechaza a Dios. Y por si hacía falta recordarlo dijo: “la Iglesia se siente muy próxima al pueblo judío”. La cordialidad del encuentro con los musulmanes queda reflejada en estas palabras del presidente del Consejo Central de los Musulmanes en Alemania: “Cuando se le conoce se sabe que el Papa argumenta a un alto nivel intelectual”.

El encuentro con los representantes evangélicos, en el convento en el que Martín Lutero hizo su noviciado y estudió teología, me parece un gesto ecuménico de primer nivel. Hace tiempo que la teología católica valora positivamente a Lutero. Históricamente las culpas estaban repartidas. Eclesialmente se pueden dar todavía muchos pasos en el camino hacia la unidad. Las palabras de Benedicto XVI en Erfurt: “el pensamiento de Lutero, su espiritualidad toda entera, estaban completamente centrados en Cristo”, reflejan lo que fue la pretensión del Reformador: “en mi corazón no reina sino un único artículo: la fe de Cristo. De ahí brota toda mi meditación teológica”. Va siendo hora de considerar a Lutero patrimonio común de todos los cristianos.

Cooperatores Veritatis de la Madre de Dios





16 de septiembre de 2011

Domingo 18 de septiembre de 2011. XXV TO A

HOJA
PARROQUIAL
Parroquia de Sant Francesc de Borja
Email de la parroquia: sfb500@gmail.com

Domingo 18 de septiembre de 2011.

                  Queridos hermanos:
Ven a trabajar a la viña, dice el Señor.
Que cada uno con el don que ha recibido lo ponga a disposición de los demás.
¡Cómo me gustaría poder gritar en voz alta para que todos lo oyeran: Ven a trabajar a la viña!
Ojalá todos supieran que el dueño de la viña sale a diversas horas para contratarnos: Ven a trabajar a la viña.
¡Que nadie permanezca ocioso!, gritará el papa Juan Pablo II: “No hay lugar para el ocio: tanto es el trabajo que a todos espera en la viña del Señor. El «dueño de casa» repite con más fuerza su invitación: «Id vosotros también a mi viña». Id también vosotros. La llamada no se dirige sólo a los Pastores, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, sino que se extiende a todos: también los fieles laicos son llamados personalmente por el Señor, de quien reciben una misión en favor de la Iglesia y del mundo.”
Ojalá escuches que has sido contratado, has sido querido.
Se te invita como jornalero a la viña. No se te invita como raposa que devasta la viña o parásito que se aprovecha de ella.
Si te toca ser capataz cumple las órdenes del amo de pagar lo ajustado: un denario a cada uno. No tengas tú criterios de justicia distintos a los del amo. El amo quiere pagar lo mismo a los que han trabajado poco que a los que han aguantado el peso del día y del calor.
En la tarea de la Nueva Evangelización hay tarea para todos, pues el Señor quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Ven a trabajar a la viña.
Dirá el papa Benedicto XVI: “Hay ciertamente momentos en que cualquier discípulo siente el calor y el peso de la jornada (cf. Mt 20,12), y la dificultad para dar un testimonio profético en un mundo que puede parecer sordo a las exigencias de la Palabra de Dios. No tengáis miedo. Creed en la luz. Tomad en serio la verdad que hemos escuchado hoy en la segunda lectura: «Jesucristo es el mismo ayer, y hoy y siempre» (Hb 13,8). La luz de la Pascua sigue derrotando las tinieblas”. (19 julio 2008).
Jesús, vuestro párroco

Lectura del santo evangelio según san Mateo          20, 1-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: - «El reino de los cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña.  Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo: "Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido." Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo: "¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?" Le respondieron: "Nadie nos ha contratado." Él les dijo: "Id también vosotros a mi viña."
Cuando oscureció, el dueño de la viña dijo al capataz: "Llama a los jornaleros y págales el jornal, empezando por los últimos y acabando por los primeros." Vinieron los del atardecer y recibieron un denario cada uno. Cuando llegaron los primeros, pensaban que recibirían más, pero ellos también recibieron un denario cada uno. Entonces se pusieron a protestar contra el amo: "Estos últimos han trabajado sólo una hora, y los has tratado igual que a nosotros, que hemos aguantado el peso del día y el bochorno." Él replicó a uno de ellos: "Amigo, no te hago ninguna injusticia. ¿No nos ajustamos en un denario?  Toma lo tuyo y vete.  Quiero darle a este último igual que a ti. ¿Es que no tengo libertad para hacer lo que quiera en mis asuntos? ¿O vas a tener tú envidia porque yo soy bueno?" Así, los últimos serán los primeros y los primeros los últimos.»                                         
Palabra del Señor.

“En esta hora decisiva, en la que está en juego el verdadero respeto de toda vida humana y la construcción de la civilización del amor, contamos con el testimonio de tantas familias que viven el proyecto de Dios y lo hacen creíble. A todos os animamos a seguir adelante con humildad y confianza. Con los ojos puestos en Jesucristo, muerto en la cruz para darnos vida, resucitado y glorioso, presente en la Eucaristía para renovar la nueva y eterna alianza de Dios con sus hijos. A todos os animamos a una renovación espiritual en el camino de la santidad. En nombre de Cristo hemos de echar nuevamente las redes (cfr. Lc 5,1-11) y cultivar con esmero su viña (cfr. Mt 20,1-16). Con la certidumbre de que trabajamos con el Dueño de la viña, esperamos de su gracia una nueva primavera para la familia y para la vida”. (La familia, santuario de la vida y esperanza de la sociedad. Conferencia Episcopal Española. 27 de abril de 2001).
............................................................................................................
La parábola evangélica despliega ante nuestra mirada la inmensidad de la viña del Señor y la multitud de personas, hombres y mujeres, que son llamadas por Él y enviadas para que tengan trabajo en ella. La viña es el mundo entero (cf. Mt 13, 38), que debe ser transformado según el designio divino en vista de la venida definitiva del Reino de Dios. «Salió luego hacia las nueve de la mañana, vio otros que estaban en la plaza desocupados y les dijo: "Id también vosotros a mi viña"» (Mt 20, 3-4). El llamamiento del Señor Jesús «Id también vosotros a mi viña» no cesa de resonar en el curso de la historia desde aquel lejano día: se dirige a cada hombre que viene a este mundo. (...) No hay lugar para el ocio: tanto es el trabajo que a todos espera en la viña del Señor. El «dueño de casa» repite con más fuerza su invitación: «Id vosotros también a mi viña». Id también vosotros. La llamada no se dirige sólo a los Pastores, a los sacerdotes, a los religiosos y religiosas, sino que se extiende a todos: también los fieles laicos son llamados personalmente por el Señor, de quien reciben una misión en favor de la Iglesia y del mundo. Lo recuerda San Gregorio Magno quien, predicando al pueblo, comenta de este modo la parábola de los obreros de la viña: «Fijaos en vuestro modo de vivir, queridísimos hermanos, y comprobad si ya sois obreros del Señor. Examine cada uno lo que hace y considere si trabaja en la viña del Señor». (San Gregorio Magno, Hom. in Evang. I, XIX, 2). (...) Según la parábola evangélica, el «dueño de casa» llama a los obreros a su viña a distintas horas de la jornada: a algunos al alba, a otros hacia las nueve de la mañana, todavía a otros al mediodía y a las tres, a los últimos hacia las cinco (cf. Mt 20, 1 ss.). En el comentario a esta página del Evangelio, San Gregorio Magno interpreta las diversas horas de la llamada poniéndolas en relación con las edades de la vida. «Es posible —escribe— aplicar la diversidad de las horas a las diversas edades del hombre. En esta interpretación nuestra, la mañana puede representar ciertamente la infancia. Después, la tercera hora se puede entender como la adolescencia: el sol sube hacia lo alto del cielo, es decir crece el ardor de la edad. La sexta hora es la juventud: el sol está como en el medio del cielo, esto es, en esta edad se refuerza la plenitud del vigor. La ancianidad representa la hora novena, porque como el sol declina desde lo alto de su eje, así comienza a perder esta edad el ardor de la juventud. La hora undécima es la edad de aquéllos muy avanzados en los años (...). Los obreros, por tanto, son llamados a la viña a distintas horas, como para indicar que a la vida santa uno es conducido durante la infancia, otro en la juventud, otro en la ancianidad y otro en la edad más avanzada». Podemos asumir y ampliar el comentario de San Gregorio Magno en relación a la extraordinaria variedad de personas presentes en la Iglesia, todas y cada una llamadas a trabajar por el advenimiento del Reino de Dios, según la diversidad de vocaciones y situaciones, carismas y funciones. Es una variedad (...) que hace más viva y concreta la riqueza de la Iglesia. (Juan Pablo II. Christifideles Laici. 1.2.45).
 
755   "La Iglesia es labranza o campo de Dios (1 Co 3, 9). En este campo crece el antiguo olivo cuya raíz santa fueron los patriarcas y en el que tuvo y tendrá lugar la reconciliación de los judíos y de los gentiles (Rm 11, 13-26). El labrador del cielo la plantó como viña selecta (Mt 21, 33-43 par.; cf. Is 5, 1-7). La verdadera vid es Cristo, que da vida y fecundidad a a los sarmientos, es decir, a nosotros, que permanecemos en él por medio de la Iglesia y que sin él no podemos hacer nada (Jn 15, 1-5)".

1108         La finalidad de la misión del Espíritu Santo en toda acción litúrgica es poner en comunión con Cristo para formar su Cuerpo. El Espíritu Santo es como la savia de la viña del Padre que da su fruto en los sarmientos (cf Jn 15,1-17; Ga 5,22). En la Liturgia se realiza la cooperación más íntima entre el Espíritu Santo y la Iglesia. El Espíritu de Comunión permanece indefectiblemente en la Iglesia, y por eso la Iglesia es el gran sacramento de la comunión divina que reúne a los hijos de Dios dispersos. El fruto del Espíritu en la Liturgia es inseparablemente comunión con la Trinidad Santa y comunión fraterna (cf 1 Jn 1,3-7).
 
En la medida en que nos “humanizamos” (“humanizando” a otros), nos “divinizamos”. Y, ¿cómo sabemos esto? Lo sabemos gracias a que Jesús de Nazaret comenzó su tarea haciendo una opción de vida a favor de los pobres, débiles y necesitados de su sociedad. Optando por ellos y viviendo para ellos, Jesús nos reveló y manifestó su divinidad. En su gran humanidad los discípulos descubrieron la presencia de Dios, su naturaleza divina. Tan, tan humano sólo podía serlo Dios mismo. Y ese nivel de humanidad lo alcanzó humanizando lo que estaba deshumanizando. Ese fue el camino para desvelarnos su divinidad. El único que podía recorrer para revelarnos a un Dios que es Padre y Madre que se desvive por la suerte de sus hijos. Y ese es el camino que nos invita a recorrer si queremos alcanzar nuestra propia divinidad (ser imagen y semejanza de Dios). (Itinerario Formativo para las Cáritas Parroquiales, 1)

“Bien sabéis que, cuando no se camina al lado de Cristo, que nos guía, nos dispersamos por otras sendas, como la de nuestros propios impulsos ciegos y egoístas, la de propuestas halagadoras pero interesadas, engañosas y volubles, que dejan el vacío y la frustración tras de sí. Aprovechad estos días para conocer mejor a Cristo y cercioraros de que, enraizados en Él, vuestro entusiasmo y alegría, vuestros deseos de ir a más, de llegar a lo más alto, hasta Dios, tienen siempre futuro cierto, porque la vida en plenitud ya se ha aposentado dentro de vuestro ser” (Benedicto XVI. Fiesta de acogida de los jóvenes 18-8-2011)

1. Reuniones de los diversos grupos parroquiales para programar el curso:
· El lunes 19 a las 10 de la mañana reunión del Equipo de Pastoral de la Salud y a las 8.30 de la tarde con el Grupo de Oración.
· El martes 20 a las 8.30 de la tarde con los responsables del Camino Neocatecumenal.
·  El Viernes 23 a las 8.30 de la tarde con el Equipo de catequistas de confirmación.
·  El domingo 25 a las 21.00 h. con el Equipo de catequistas de Anatolé.
2.  El lunes 26 a las 20.30 h. se volverá a reunir el Consejo de Pastoral para revisar las diversas programaciones de los grupos.
3. Las obras de los locales parroquiales están ya muy avanzadas y el deseo es proceder a su bendición en las Fiestas en honor a San Francisco de Borja que serán del 1 al 9 de octubre. La bendición sería el lunes 3 de octubre tras la misa mayor. Se está organizando también una convivencia parroquial que este año sería en los locales parroquiales nuevos.

Donativos recibidos para los nuevos locales en la calle Ciudad de Laval:
Ingresados hasta el 9-9-2011: 48.718,66 €.
                                         + 565 €
Ingresados hasta el 16-9-2011: 49.283,66 €
Colabore en la cuenta que la parroquia tiene en
BANCAJA  (Paseo Germanías 82)
2077-0249-55-1101860850

Del 19 al 25 de septiembre de 2011
Lunes 19.  19.30 h.: Por las benditas almas del purgatorio.  
Martes 20. 19.30 h.: En sufragio de familia Espí Sanchis. 
Miércoles 21. San Mateo. 19.30 h.: Por las benditas almas del purgatorio.  
Jueves 22. 19.30 h.: Por las benditas almas del purgatorio. 
Viernes 23. 19.30 h.: En sufragio de José Antonio Cabanilles. 
Sábado 24.  19.30 h.: Sin intención. 21.00 h.: Sin intención.  
Domingo 25. XXVI T.O. 12.00 h. Pro Pópulo.


15 de septiembre de 2011

EL SILENCIO DE DIOS ES SOLO APARENTE



CIUDAD DEL VATICANO, 14 SEP 2011 (VIS).-El Santo Padre se trasladó esta mañana en helicóptero desde el palacio apostólico de Castel Gandolfo al Vaticano, para celebrar la audiencia general en el Aula Pablo VI. La catequesis de hoy versó sobre la primera parte del Salmo 22 (21 en la tradición greco-latina), profundizando en la oración de súplica a Dios.

 Este Salmo aflora continuamente en los relatos de la pasión de Jesús. Presenta la figura de un inocente rodeado de enemigos que desean su muerte, mientras él eleva su voz a Dios “en un lamento doloroso que, en la certeza de la fe, se abre misteriosamente a la alabanza”. 

 El grito inicial del salmista, ‘Dios mío, Dios mío, por qué me has abandonado’, “es una llamada a un Dios que parece lejano, que no responde. (…) Dios calla, y este silencio lacera el ánimo del orante, que llama incesantemente sin encontrar respuesta”. Sin embargo, el orante “llama al Señor ‘Dios mío’, en un acto extremo de confianza y de fe. A pesar de las apariencias, el salmista no puede creer que la relación con el Señor se haya interrumpido totalmente”.

 El lamento inicial del salmo 22 figura en los evangelios de Mateo y Marcos como el grito lanzado por Jesús moribundo en la cruz. Benedicto XVI explicó que es expresión de toda la desolación de Cristo, hijo de Dios, “bajo el peso aplastante de una misión que debe pasar por la humillación y el aniquilamiento. (…) Por eso grita al Padre (…) Pero el suyo no es un grito desesperado, como no lo era el del salmista”, cuya súplica desemboca en la confianza en la victoria divina.

La violencia deshumaniza

 El Papa recordó que la historia sagrada “ha sido una historia de gritos de ayuda por parte del pueblo y de respuestas salvíficas por parte de Dios”. El salmista se refiere a la fe de sus padres, “que confiaron (…) sin quedar nunca desilusionados”. Y describe su propia situación de extrema dificultad, “para inducir al Señor a apiadarse e intervenir, como había hecho siempre en el pasado”. 

 Los enemigos rodean al orante, “parecen invencibles, se han convertido en animales feroces y peligrosísimos (…) Estas imágenes usadas en el salmo sirven también para decir que cuando el hombre se hace brutal y agrede al hermano (…) parece perder toda semblanza humana; la violencia contiene siempre algo bestial y sólo la intervención salvífica de Dios puede restituir al hombre su humanidad”.

 En este punto, la muerte empieza a tomar posesión del salmista; describe con imágenes dramáticas, “que encontramos en las narraciones de la pasión de Cristo, la destrucción del cuerpo del condenado, la sed ardiente que atormenta al moribundo y que encuentra eco en la petición de Jesús ‘Tengo sed’, para llegar al gesto definitivo de los verdugos, que como los soldados al pie de la cruz, se reparten los vestidos de la víctima, considerada ya muerta”.

 Viene entonces un nuevo grito “que abre los cielos, porque proclama una fe, una certeza que va más allá de cualquier duda (…) El lamento se transforma y deja espacio a la alabanza (…), se abre a la acción de gracias. (…) El Señor ha salvado al pobre y le ha mostrado su rostro de misericordia. Muerte y vida se han cruzado en un misterio inseparable, y la vida ha triunfado. (…) Es la victoria de la fe, que puede transformar la muerte en un don de vida, el abismo del dolor en fuente de esperanza”. Así, este salmo nos lleva a revivir la pasión de Jesús y a compartir la alegría de la resurrección. 

 Finalmente, el Papa invitó a distinguir la verdadera realidad más allá del aspecto exterior, “incluso ante la aparente ausencia de Dios, incluso en el silencio de Dios”. Y concluyó: “Poniendo toda nuestra confianza y nuestra esperanza en Dios Padre, en cualquier angustia podremos rezarle con fe, y nuestro grito de ayuda se transformará en canto de alabanza”.
AG/               VIS 20110914 (650)